Cuando hacemos ejercicio, gastamos más energía de la normal, lo cual hace que nuestro cuerpo esté más sano. Para realizar ejercicio, necesitamos fuerza, resistencia muscular, capacidad aeróbica y capacidad motora.
Al iniciar tu rutina de ejercicio, es muy importante considerar tu frecuencia cardiaca, es decir; el número de latidos por minuto. Hay diferentes partes del cuerpo donde podemos tomarla, como son: la parte posterior de las rodillas, la ingle, el cuello, la muñeca y la sien.
Para medir la frecuencia cardiaca se utiliza un aparato llamado pulsómetro; aunque no es la única forma; una forma más fácil sería colocar tus dedos índice y medio sobre el cuello, justo debajo de la mandíbula, y contar los latidos durante 15 segundos, después multiplica tu resultado por 4 para obtener el número de latidos por minuto.